Prevención. Aftersun, necesario después del sol.

Existe una conciencia amplia sobre la necesidad de utilizar cremas protectoras solares. Sin embargo, sobre los aftersun pesa la sospecha de que no son mucho más que un negocio para los fabricantes. No es verdad. La radiación solar es beneficiosa, pero en los meses de verano supone un estrés para la piel aunque se utilicen cremas con filtros potentes. El objetivo de los aftersun es rehidratar la piel y favorecer su recuperación, pero es cierto que las cremas convencionales incluyen ingredientes que incluyen más riesgos que ventajas.
proteccion sol


Lo ideal sería que la piel se adaptara poco a poco al sol. Pero, siendo realistas, no vamos a controlar la exposición diaria al minuto. Es más cómodo recurrir a las cremas protectoras y a los aftersun.

La oferta convencional es muy variada. Hay productos que dejan una sensación de frescor sobre la piel debido al contenido en alcohol que se evapora rápidamente. Las hay con textura de gel, aceite o loción (suele ser bastante fluida). La mayoría se deja extender fácilmente y recurre a la glicerina como principal agente para recuperar la humedad y la suavidad de la piel. A este ingrediente se suman otros con diferentes beneficios. Por ejemplo, el aloe vera calma y el extracto de hammamelis tiene una alta concentración de una sustancia que trata las quemaduras solares. Otros publicitan su contenido en vitamina E para mantener supuestamente a raya los radicales libres que aparecen como consecuencia de la acción del sol, y prevenir el envejecimiento de la piel.

Pero una cosa son las promesas y otra la realidad. El efecto de la vitamina E es muy limitado, si es que existe. En cambio, es bien conocido el efecto perjudicial de otras sustancias que la acompañan en muchas formulaciones convencionales. Son frecuentes las grasas derivadas del petróleo, que no se llevan bien con la fisiología de la piel, y los perfumes a base de compuestos policíclicos, que se comportan como hormonas sintéticas y pueden desencadenar alergias.

También pueden contener conservantes halogenados alergénicos e ingredientes totalmente innecesarios como el triclosán, un agente antibiótico que contiene contaminantes y se relaciona con la aparición de bacterias resistentes o dexpanthenol, que posee algún efecto antiinflamatorio pero que se descompone en agentes irritantes. Algún producto incluso contiene autobronceadores químicos que pueden provocar la aparición de manchas sobre la piel.


Para evitar riesgos, conviene seleccionar productos sin perfumes y sin derivados del petróleo, como los que se comercializan con la garantía de las certificaciones naturales y ecológicas.

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